La verdad no me imaginé que haría tanto a Real de 14. Habrían sido dos horas menos, pero tuve que esperar ese tiempo en Matehuala, tiempo que sirvió para comer un buen caldo de res.
Fui llegando casi a las 8pm a Real. Esta es la tercera vez que vengo, pero la primera que lo hago solo y viajando como cualquier mortal.
La parte más interesante de mi recorrido es justo cuando llegas al Túnel Ogarrio y tienes que bajarte del camión de lujo y subirte en un microbús para así cruzar los 10 minutos de túnel.
Quizás ese último tramo fue para mi el más reflexivo: había llegado, sólo se necesitaba paciencia.
De lo nuevo para mi es que en Real ya hay servicio celular (tal vez lo haya desde hace muchísimo pero me da gusto descubrirlo) y una pequeña oficina de turismo. Como lo esperaba, hay muy poca gente, pocos hoteles abiertos y restaurantes.
Me hospedé en el Hotel El Real, precio calidad. Cené en el Mesón de la Abundancia y me fui a ver el triunfo de Pumas en la cantina que está frente a el jardín. Nada mal para el primer día.
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